ESTOY MUY BIEN , AYER TUVE UN INTAKE DE NADA EN TODO EL DIA, SOLO AGUA. HOY SE QUE TENGO QUE CENAR, PERO BUENO, NO VA A SER MUCHO ( ESPERO). Un beso a todas princesas, ♥
6: Duermo con Mía
Ni bien llegué a casa subí las escaleras tambaleandome, pero tratando de no hacer ruido alguno. Mis papás se iban a asustar si me veían en ese estado. Yo estaba flotando, en mi mente flotaba. Eso es lo único que me acuerdo de esa noche. No se que pasó después, o mejor aún, podría averiguarlo. Se exactamente que me pasó y como terminé. Me desperté tirada en el piso del baño, con las medias corridas, al lado del inodoro. Si, era mia. Mia me había atrapado esa noche y había vomitado absolutamente todo. Aí me desperté, defraudada por mi misma. Se que había una voz, no se de quién pidiendome que abra la puerta. La voz se volvía histérica, bruta, necia.
Me imploraba y me obligaba a abrir la puerta. ¿ Para qué? Para verme en ese estado,para verme tirada sin fuerzas y con ganas de llorar y seguir esclavizandome a mi lado bulímico. Nada me hacía peor que saber que tenía el frío de mia conmigo. Y esa voz se apagó en mi mente. No lavolví a escuchar. Se que bajé mucho más tarde, creo que era de noche. Me dolía la cabeza, era un dolor que nunca había sentido antes. Y claro, pendeja eras, te bajaste todo el alcohol. Bajé y ahí estaba mi mamá. Ni me saludó, me dijo que me sentara porque quería hablar conmigo. La conversación fue totalmente incómoda. Porque me sentía culpable, culpable de las lágrimas en los ojos de mi vieja. Entonces, ahí me lo dijo:
6: Duermo con Mía
Ni bien llegué a casa subí las escaleras tambaleandome, pero tratando de no hacer ruido alguno. Mis papás se iban a asustar si me veían en ese estado. Yo estaba flotando, en mi mente flotaba. Eso es lo único que me acuerdo de esa noche. No se que pasó después, o mejor aún, podría averiguarlo. Se exactamente que me pasó y como terminé. Me desperté tirada en el piso del baño, con las medias corridas, al lado del inodoro. Si, era mia. Mia me había atrapado esa noche y había vomitado absolutamente todo. Aí me desperté, defraudada por mi misma. Se que había una voz, no se de quién pidiendome que abra la puerta. La voz se volvía histérica, bruta, necia.
Me imploraba y me obligaba a abrir la puerta. ¿ Para qué? Para verme en ese estado,para verme tirada sin fuerzas y con ganas de llorar y seguir esclavizandome a mi lado bulímico. Nada me hacía peor que saber que tenía el frío de mia conmigo. Y esa voz se apagó en mi mente. No lavolví a escuchar. Se que bajé mucho más tarde, creo que era de noche. Me dolía la cabeza, era un dolor que nunca había sentido antes. Y claro, pendeja eras, te bajaste todo el alcohol. Bajé y ahí estaba mi mamá. Ni me saludó, me dijo que me sentara porque quería hablar conmigo. La conversación fue totalmente incómoda. Porque me sentía culpable, culpable de las lágrimas en los ojos de mi vieja. Entonces, ahí me lo dijo:
- Se que vomitaste Mer, ya sé-
Le expliqué que no era tan así, que la noche anterior me había sentido mal y que la cabeza me había dado vueltas, que tanto mareo me había revuelto el estómago.
- No hija, vos te autoinduciste ese vómito-
[ BASTA MAMÁ BASTA. YA SÉ QUE SOY UN DESASTRE, ANOREXICA, BULÍMICA. YA SE YA SE QUE VOMITE, ME ODIO MAMÁ, AYUDAME AYUDAME] todo esto gritaba yo en mi mente y no decía una sola palabra. Me consumía en mi y solo en mí. Y mi mamá llorando [ YA SE QUE ESTOY LOCA, QUE TE HAGO SUFRIR, PERDONAME MAMA, NO TENGO ARREGLO. NO QUIERO NADA.] esa era yo, practicando un deleitoso monólogo de odio hacia mi. Era una princesa del cristal mas frágil existente, que se había quebrado por fin. Que lloraba del dolor de ese vidrio en ella misma. Me odié tanto siempre, y esa noche más que otras veces.No se lo podía confesar. No a mi mamá, no a nadie. MIA MIA, no tenías que haber vuelto esa noche hermosa. No esa noche. Cualquier noche menos esa. No te estaba esperando mia, yo no te quería acá. No conmigo. No mia no. Ya era bastante soportando el tener un problema, de esos que aunque se quiera alejar no se va, ya era demasiado. Mi mamá había notado mi cambio de peso, porque no era lo que era antes. Una gorda fea. Ahora seguía siéndolo, auqnue ellos no lo notaran. Pero como iban a darse cuenta? Ellos no saben como es. Mientras mas tierra quería echarle a la conversación, mas ganas de gritarle la verdad a mi mama venían a mí. Así de rápido como el alcohol, como este desorden mental.
- Mama, no quiero hablar más-
me levanté y me fui.Mi mamá no me paró, no me dijo que me quedara sentada. Ella también se levantó y siguió con sus cosas. Las dos estabamos tan distanciadas, tan horriblemente separadas. A veces oía hablar a algunas chicas de la estupenda relación con sus madres, y yo ahí, la oveja negra fea y mórbida al lado de las blancas y perfectas. Ahí con mi superficialidad de querer ser mejor o no ser mejor para los demás como para mí. Sabía que yo era distinta, porque me sentía distinta desde la primera vez que puse un pie en el jardín. Ahí nada era para mi, ahi ya todo me caía mal. Y así crecí, y así invité a la envidia y a la comida a mi cuerpo. Así la eliminé de mi vida hasta desmayarme y querer dormir siempre. Me había convertido en una máquina pensante
de odio y locura de un día para el otro. me levanté con querer ser otra una mañana, y al otro día vivia en infierno con tanto gusto, que me olvidé de mis amigos. Ya no tenía amigos, así que me olvidé de mi. Creo que esa noche prácticamente no dormí. Estaba de nuevo encerrada en el baño llorando. Se que lloraba, porque de otra forma, mi hermana no se hubiera puesto a llorar. Ella tenía 10 meses en ese entonces, y no se como hacía, pero teníamos algo, no se bien qué, pero cuando una lloraba la otra empezaba a llorar. Escuché ese llanto desde donde yo estaba. Escuché los tacos de mamá acercarse a ella, escuché mis lagrimas cesando y las suyas también. Mi hermana sufría y yo lo hacía. Yo no comía y mi hermana pedía hacerlo. Basta de esas exotéricas racionalidades sobre las dos, porque yo estaba mal y ella bien. ella estaba bien. A la mañana siguiente mi papá llegó de trabajar y me llamó. Yo estaba tirada en lacama, y tenía que levantarme porque querían hablar.[ basta de discursos, basta. No se dan cuenta de que yo no quiero hablar? Yo quiero dejar la comida y ser linda porque asi me siento bien, basta] Yo no dejaba de pensar lo que quería decir. No tenía ganas de decirlo, tenía ansia de que ellos se dieran cuenta por ellos solos. Pero no, mis indirectas no funcionan. Yo no funciono. Encima tenía a mis dos mejores amigas conmigo, esas que me hacían doler todo mi interior. Ana y mía. Hermosas, perras, perfectas, adictivas. Eran todo eso y mucho más.Que mas dá, bajé las escaleras y me senté en el sofá. Cerré los ojos y mi mamá me habló. Yo seguía con los ojos cerrados. Todavía sigo sin entender la forma en la que mi mamá se da cuenta de que si le presto atención. Ahí fue cuando me dijo que estaba cansada de verme mal, que sabía que lo mio no era un capricho, que estaba preocupada. Que los dos ( ella y papá) querían lo mejor para mí, y veían que yo estaba arruinandome. Que no sabían que pasaba exactamente, pero lo podían presentir.
de odio y locura de un día para el otro. me levanté con querer ser otra una mañana, y al otro día vivia en infierno con tanto gusto, que me olvidé de mis amigos. Ya no tenía amigos, así que me olvidé de mi. Creo que esa noche prácticamente no dormí. Estaba de nuevo encerrada en el baño llorando. Se que lloraba, porque de otra forma, mi hermana no se hubiera puesto a llorar. Ella tenía 10 meses en ese entonces, y no se como hacía, pero teníamos algo, no se bien qué, pero cuando una lloraba la otra empezaba a llorar. Escuché ese llanto desde donde yo estaba. Escuché los tacos de mamá acercarse a ella, escuché mis lagrimas cesando y las suyas también. Mi hermana sufría y yo lo hacía. Yo no comía y mi hermana pedía hacerlo. Basta de esas exotéricas racionalidades sobre las dos, porque yo estaba mal y ella bien. ella estaba bien. A la mañana siguiente mi papá llegó de trabajar y me llamó. Yo estaba tirada en lacama, y tenía que levantarme porque querían hablar.[ basta de discursos, basta. No se dan cuenta de que yo no quiero hablar? Yo quiero dejar la comida y ser linda porque asi me siento bien, basta] Yo no dejaba de pensar lo que quería decir. No tenía ganas de decirlo, tenía ansia de que ellos se dieran cuenta por ellos solos. Pero no, mis indirectas no funcionan. Yo no funciono. Encima tenía a mis dos mejores amigas conmigo, esas que me hacían doler todo mi interior. Ana y mía. Hermosas, perras, perfectas, adictivas. Eran todo eso y mucho más.Que mas dá, bajé las escaleras y me senté en el sofá. Cerré los ojos y mi mamá me habló. Yo seguía con los ojos cerrados. Todavía sigo sin entender la forma en la que mi mamá se da cuenta de que si le presto atención. Ahí fue cuando me dijo que estaba cansada de verme mal, que sabía que lo mio no era un capricho, que estaba preocupada. Que los dos ( ella y papá) querían lo mejor para mí, y veían que yo estaba arruinandome. Que no sabían que pasaba exactamente, pero lo podían presentir.
- Que te pasa?- me preguntó mi papá.
- Estoy loca, loquísima- le dije yo
.Ahí fue cuando me lo dijo. Si, después de un suspiro, después de que mi mamá corrió la mirada ya hí yo abrí los ojos. Ahí papá me dio la peor noticia de mi vida. Peor que cuando me dijeron que Camila se iba a ir a canadá, peor que cuando me dijeron que no exixistía Papa Noel, peor que cuando me di cuenta de que tenía un ED. Peor.
- Vas a ir al psicologo, no queda otra-
.Me levanté, corrí a mi habitación y agarré seis paquetes de galletitas que tenía guardados. los seis juntos en mi estómago. Esa noche vomité como pocas veces, esa noche dormía con mia. Esa noche estaba a punto de cortarme, esa noche creoq ue fue la peor de todas. No, la noche siguiente fue la peor, cuando ni bien me levante de la mesa ( un plato de ensalada y nada más, porque " me sentía mal") mi papá me volvió a sentar en ese sillón, que había sido un silencioso testigo de mi suerte horrible, y me dijo:
- no tenés una idea de lo dificil que es entender todo esto, y tenés que ir al psicologo
por tu bien-
por tu bien-
Me quedé callada, callada como un potus verde y apagado.Les pedí subir y las escaleras y eso hice, subí cada escalón con el corazón en la mano y todo mi autoestima por el piso. Pero sabía que tenía que seguir adelante porque era ese mi motor. Cuando alcancé llegar a mi habitación mi mamá venía de atrás. Me dijo que teníamos que hablar, que tenía algo que decirme. Lloraba, yo me di cuenta de esas lagrimas a punto de suicidarse en quién sabe que parte del mosaico. No quería escuchar nada más, entonces hice mis oídos sordos y encegué mis ojos una vez más. Para que el impacto no me afectara, como siempre. huía otra vez de las palabras y las terquedades. Ya sabía que estaba loca, enferma, y que tenía que ir a un psicologo, no necesitaba saber nada más. Ya sabía que no tenía novio porque no era linda para mis compañeros y mis amigos. Ya sabía todo lo que significase no estar bien y estar más que bien. Soy bipolar desde la cuna, ya se todo. Ahí me dijo algo que escuché. Se produjo un cortocircuito y si, lo escuché. Escuché palabras que no quería escucharlas de mis viejos. Ni de nadie.
- Micaela me llamó y me dijo que tenés cortes en tus brazos-
Micaela. 15 años, rubia, alta. De esas que dicen ser tus amigas porque tenías un 10 en geografía y ésta estaba a punto de llevarsela. Esas amigas truchas que no sirven para nada. Micaela me había visto arremangarme la camisa para sacarme dos vendas. No sé porqué, pero ese día le rogué que se callara, y tampoco se como le creí. Si total sabía que lo primero que iba a hacer era decirlo. Le negué todo a mi mamá, le dije que no. Que Micaela me odiaba, me tenía bronca, y
que siempre inventaba cosas sobre todos los chicos del curso. Otra vez metía a 32 chicos y chicas adentro de mi bolsa y los ahogaba en mis excusas atípicas. Le dije que se borrara todo eso de la cabeza, que no era cierto. Pensé que me iba a obligar a mostarle mis brazos, pero no lo hizo. Se quedó ahí mirandome, tratando de sujetarme como podía para confesarle todo. Pero no lo logró, ahi se fué. Dormí bien toda la noche, hasta que la mañana siguiente noté que estaba completamente destapada, casi congelada, y que mi manga izquierda de la remera estaba levantada dejando en evidencia el paso de una gillette por mi brazo. Me asusté como la vez en la cual tuve a andrés( entienden), esa vez que me puse a llorar como una rabiosa y mamá me abrazó. Extrañaba esa vez, porque ahora no podía esperar que mamá me diera un abrazo. Me levanté, fui al baño, hice como si no hubiera pasado nada. Pero pasó, porque cuando mi papá entró al cuarto me dijo que estaba desilusionado, que no entendía como yo había hecho tan poca cosa de mi vida. Que mamá había llorado toda la noche y que tenía miedo. Me tenía miedo, a mí. Que pensaba que estaba muy mal, y que el psicologo era un hecho, pero que también tenía miedo por mi hermanita. Entonces, mi mamá se había ido a vivir unos dias al country, donde tenemos una casa, para poder estar mas estabilizada, con mi hermana, se habian ido las dos. Mi papá se fue y yo lloré todo el dia, no comí, no tome, me quedé tirada como una cualquiera ahí arriba, estaba muy mal. Me había quedado sola, me había convertido en un mounstruo, y ellos me habían incentivado a seguir siéndolo.
que siempre inventaba cosas sobre todos los chicos del curso. Otra vez metía a 32 chicos y chicas adentro de mi bolsa y los ahogaba en mis excusas atípicas. Le dije que se borrara todo eso de la cabeza, que no era cierto. Pensé que me iba a obligar a mostarle mis brazos, pero no lo hizo. Se quedó ahí mirandome, tratando de sujetarme como podía para confesarle todo. Pero no lo logró, ahi se fué. Dormí bien toda la noche, hasta que la mañana siguiente noté que estaba completamente destapada, casi congelada, y que mi manga izquierda de la remera estaba levantada dejando en evidencia el paso de una gillette por mi brazo. Me asusté como la vez en la cual tuve a andrés( entienden), esa vez que me puse a llorar como una rabiosa y mamá me abrazó. Extrañaba esa vez, porque ahora no podía esperar que mamá me diera un abrazo. Me levanté, fui al baño, hice como si no hubiera pasado nada. Pero pasó, porque cuando mi papá entró al cuarto me dijo que estaba desilusionado, que no entendía como yo había hecho tan poca cosa de mi vida. Que mamá había llorado toda la noche y que tenía miedo. Me tenía miedo, a mí. Que pensaba que estaba muy mal, y que el psicologo era un hecho, pero que también tenía miedo por mi hermanita. Entonces, mi mamá se había ido a vivir unos dias al country, donde tenemos una casa, para poder estar mas estabilizada, con mi hermana, se habian ido las dos. Mi papá se fue y yo lloré todo el dia, no comí, no tome, me quedé tirada como una cualquiera ahí arriba, estaba muy mal. Me había quedado sola, me había convertido en un mounstruo, y ellos me habían incentivado a seguir siéndolo.